domingo, 9 de diciembre de 2012

LA ACTUACIÓN DEL ABOGADO EN LOS TRIBUNALES, REGISTROS, NOTARÍAS Y DEMÁS DEPENDENCIAS PÚBLICAS


COMPORTAMIENTO Y ACTUACIÓN
  • El abogado deberá utilizar un vocabulario acorde el asunto a tratar, tanto en su vida pública como en lo privado, en clases o cualquier institución gubernamental.
  • Esperar el momento adecuado para que sea atendido y de esta manera evitar influir con su condición de abogado, no esperar que otro le diga lo que tiene que hacer; por ejemplo: no usar el título como prebenda para evitar las colas, hay personas antes que tienen también derechos. No interrumpir las conversaciones entre funcionarios pues no sabemos que situación están tratando.
  • Tratar al personal administrativo y de apoyo con respeto; el respeto debe ser no sólo ante el profesional sino también a este personal porque ninguna institución trabaja sin cada uno de sus trabajadores.
  • Emitir opiniones ajustadas a derecho y no en base a compromisos políticos, perjudicando de esta manera su profesión y la universidad donde se gradúo. El hecho de formar parte de una tolda política puede hacer tomar decisiones inadecuadas y avalar con nuestras firmas documentos que no sean legales y se deberá responder por ello.
DEBERES ESENCIALES

De acuerdo al Código de ética en su Art. 4 son deberes de Abogado:
  1. Actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia, desinterés, veracidad y lealtad.
  2. Conservar absoluta independencia en sus actuaciones profesionales.
  3. Mantener en todo momento el respeto a su dignidad como persona y como profesional.
  4. Defender los derechos de la sociedad y de los particulares cooperando en la conservación y perfeccionamiento del orden jurídico y en la realización de una recta y eficaz administración de justicia.
  5. Fortalecer la fraternidad de sus colegas, mediante el respeto mutuo con trato cordial y racional tolerancia.
DEBERES INSTITUCIONALES

Art.5. El honor de la Abogacía es indivisible; la dignidad y el decoro han de caracterizar siempre la actuación del Abogado. Lesiona el patrimonio moral de todo gremio, el Abogado que incurra en una acción indigna. 

Art. 6. La conducta privada del Abogado se ajustará a las reglas del honor, de la dignidad y de la delicadeza propia del hombre honesto

Art. 9. El Abogado no debe utilizar los medios de comunicación social para discutir los asuntos que se le encomienden, ni dar publicidad a las piezas del expediente en los asuntos aún no sentenciados, a menos que sea necesario pare la corrección de los conceptos cuando la justicia y la moral lo exijan. Una vez concluido el proceso, el Abogado podrá publicar los documentos y actuaciones, así como también sus comentarios exclusivamente científicos, hechos en publicaciones profesionales que deberán regirse por principios profesionales de la ética. Se omitirán los nombres propios si la publicación puede perjudicar a alguien en su honor y buena fama. Tampoco podrá utilizar los medios de comunicación para amenazar con acciones judiciales y forzar convenios. 

El Abogado puede publicar informaciones o comentarios con fines científicos en diarios o revistas especializadas, observando las normas morales y la omisión de nombres y apellidos de las partes, cuando tal circunstancia causare perjuicios a los mismos.

Aquí se evidencia que el honor de un profesional es indivisible y que al afectarlo no será solo a él sino a su gremio, amigos, universidad.

DEBERES CON EL ASISTIDO

Art. 21. El abogado que en el ejercicio de su ministerio, directa o indirectamente, intente o ejecute actos en concusión, soborno o cualesquiera otros de corrupción, incurre en grave falta contra el honor y la ética, sin perjuicio de las acciones penales a que hubiere lugar. 

Art. 22. El abogado deberá abstenerse de hacer uso de recusaciones injustificadas y de ejercer otros recursos y procedimientos legales innecesarios, con el solo objeto de entorpecer o retardar la secuela del juicio.

Art. 29. Constituye deslealtad e infracción de la ética profesional, celebrar arreglos con la contraparte a espaldas de su patrocinado

Art. 35. Una vez que el abogado acepte el patrocinio de su asunto, deberá atenderlo con diligencia hasta su conclusión, salvo causas justificadas supervinientes, en especial cuando se vea afectado en su dignidad, reputación o conciencia; o cuando el patrocinado incumpla con las obligaciones morales o materiales a las que está obligado para con el abogado. 

Art. 36. El abogado debe procurar que se mantenga una actitud correcta y respetuosa tanto con los funcionarios, como con el abogado de la contraparte y con los terceros que intervengan en el juicio. Si el asistido persiste en su conducta incorrecta, el abogado deberá renunciarle su patrocino. 

DEBERES PARA CON LOS JUECES Y DEMÁS FUNCIONARIOS

Art.  51. Es deber del abogado abstenerse de ejercer influencia sobre un juez en razón de vínculos políticos religiosos o de amistad. Tampoco utilizará recomendaciones de superiores jerárquicos para presionar la independencia del funcionario, desviando así su imparcialidad en beneficio de su asunto. El abogado, además, está obligado a emplear en su condición profesional, solamente medios persuasivos fundados en razonamientos jurídicos. 

Art.  52. Constituye una grave infracción ética sostener comunicaciones privadas con los jueces, fiscales del Ministerio Publico u otros funcionarios, en ausencia del abogado de la parte contraria, en relación con un juicio pendiente, o de asunto que se gestione. 

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